LA PASIÓN DE SER ODONTÓLOGO

ODONTOLOGIA: Profesión que considerábamos certera, consentida, sensata, respetada, admirada y parecía compartir hermandad con la medicina. Profesión artesana, científica, creativa, llena de detalles, minuciosa y mágica a la luz de los profesionales éticos, responsables y fieles a su compromiso con la salud de nuestros pacientes.

Ha sido la profesión responsable de dar alegrías a cuantas personas son tocadas por nuestras manos, pero también ha sido tocada por los estándares de la belleza que se han ido imponiendo, sin importar la ética o el daño que puede realizarse a una parte importante de nuestro cuerpo, parte que tiene funciones vitales como la de la alimentación, la belleza, la autoestima, la felicidad. Hemos visto como cada vez todo se resume en darle una forma y color específico a los dientes, sin importar su efecto en términos de salud, teniendo como objetivo único: dientes blancos, o cuadrados, o como los de una u otra persona, solo estereotipos que marcan una tendencia. Y es que está muy bien querer vernos hermosos, pero cada boca, cada “juego de dientes” son únicos y los objetivos de la profesión odontológica es mantenerlos sanos, sin negar lo que su belleza aporta a nuestra felicidad.

La profesión odontológica no solo se trata de colocar carillas, de recibir un cartón y salir al mundo a competir por un porcentaje pagado en las instituciones de salud que bien nos tienen como máquinas de trabajo pesado, donde se pierde la mayoría de las veces, la proporción de lo ético, lo que debo hacer con el conocimiento científico adquirido y qué debo vender para generar un ingreso un poco más alto o mantener el empleo, o por decirlo de otra manera, sobrevivir en el medio donde abundan las promociones, la publicidad engañosa, los “paga un tratamiento y lleve dos” como un mercado de objetos. La profesión odontológica toca vidas.

La pasión de ser Odontólogo se traduce en cambiar la vida de las personas por medio de devolverle la sonrisa, la autoestima, la salud integral. En cada consultorio, un odontólogo que hace ofrenda a su título, trabaja por la felicidad de sus pacientes. Cuando así lo trabajamos y lo logramos, el sentimiento del deber cumplido y de un trabajo silencioso en la felicidad de una persona, nos llena de orgullo, de alegría y satisfacción.

TATIANA ISABEL LOPEZ GAVIRIA
Odontóloga U de A